
Hace dos días que regresé de un Campamento de Consciencia. Fui convocada junto con otros lideres de consciencia a nivel internacional para adentrarnos juntos en 10 días de profunda exploración sobre las fuerzas que mueven la vida, la consciencia y el universo. Y hoy quiero empezar a contarte de esa experiencia.
Fueron 10 días “evolutivos”. Lo que vivimos no estaba al nivel de sanación o de transformación, sino de profunda evolución. De una evolución que incluye y no nos edita, que no sigue recetas, sino que está de la mano con lo real, con lo que es.
La evolución sucede cuando estás más cerca. Más cerca de ti, en específico, de lo divino en ti. De la consciencia que ya existe en ti, pero que está allí en el fondo, enterrada, para que vayas a buscarla adentro de ti mismo.
Finalmente la consciencia es ser más de ti, y el camino, es ver más y sentir más.
Como puedes ver, no se trata solamente de “ver lo lindo” o de “sentir en positivo”, sino de abrir la mente para ver los patrones y las fuerzas que están participando. Es abrir el corazón para sentir más, al mismo tiempo. No de forma secuencial, sino todo junto.
En próximos artículos te iré contando más de esto, porque es sumamente importante. Hoy quiero contarte de mi experiencia personal.
Uno de los impactos que tuvo en mi el sumergirme en la consciencia fue un llanto profundo, sin contenido. Una gran liberación del sistema nervioso. Y cuando esto empezó a suceder, claro que mi cabeza quiso intervenir. Claro que quería parar el llanto, no estar así adelante de los lideres mundiales de la consciencia, y sentí vergüenza, pero seguí, porque he aprendido que el costo de esconder lo que una siente es más grande que sostener cualquier apariencia. Así que me abrí a sentir más. A sentir las lagrimas por el rostro, la tibieza y la limpieza. A sentir la boca apretada intentando controlar y a la vez el corazón abierto para dejar que suceda. Y al mismo tiempo la vergüenza, las miradas, la apertura y la conexión, el llanto en la sensación, sin historia, sin contenido, sin intervención mental. Sus subidas y sus bajadas, y finalmente su disolución.
A la noche en la cena, varias personas se me acercaron a agradecerme. A decirme que los inspiraba, que les mostraba cómo estar realmente en contacto con las emociones sin editarlas ni reprimirlas, manteniendo el centro. Claro que cuando escuché esto empecé a llorar de nuevo jajaja, pero esta vez porque lo que tantas veces parecía una debilidad era finalmente visto como verdad, fuerza y autenticidad.
Te comparto esto porque muchas veces cuando enseño la regulación del sistema nervioso y lo importante que es estar a salvo, caemos en la fantasía de que solo es seguro sentir cosas “positivas”, de que vamos a restringir el rango de emociones humanas a ese puñado que nos gusta, y entonces vamos a estar “curados”, pero eso no es así. No queremos reducir nuestra humanidad, sino sincerarla, expandirla, acrecentarla. Un sistema nervioso regulado es ese que sabe que puede entrar y salir de cualquier emoción con seguridad. Porque no se trata de no sentir, se trata de no quedarse estancado, reprimido ni encorsetado en una falsa identidad, en un sentir fabricado que no hace más que alejarnos de nosotros mismos.
Por eso hoy quiero invitarte a eso, a sentir. Hoy llamo en ti al coraje de sentirte, de abrazarte a la vez en todos tus sentires. A contactar con la fuerza que hay en ello y dejar que la emoción te atraviese y siga, porque ese es el verdadero estar a salvo.
La consciencia es ir deshaciéndonos poco a poco de conceptos, de reglas, de lo que está bien y está mal, para centrarnos en lo que es real para nosotros.
Poco a poco voy a ir contándote más cosas en esta dirección de consciencia expandida desde dentro, honrando tu biología. Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme, sentirme y sentirte en las letras.
Ahora es tu turno, cuéntame, cómo te sientes cuando te sientes, y si puedes empezar a conectar con estar a salvo.
Ahhh, te leo y se me llenan los ojos de lágrimas, lloré junto con tu relato.
Es tan parecido lo que siento y no hay espacios muy disponibles para llorar sin sentir vergüenza, miradas reprobadoras, incomodadas o asustadas… y darse el valor de no editarse, a pesar del desconcierto social… toda una odisea.
Soltar, soltar, y soltar y nunca acabar. Siempre me queda mucho más. No hay final. Tu testimonio ha sido toda una lección de armonía y de entrega. Gracias, Lea
Tu articulo es fascinante. como decis vos a veces, » gracias por existir».
yo tambien lloro siento ansiedad y despues del llanto me compongo
Cuando empiezo a conocerme y adentrarme en el Ser es necesario revisarme como estoy en cada momento, preguntarme qué está vivo en mi, es decir qué sentimiento estoy pasando y si estoy incómoda y no me hallo finalmente debo encontrar aquello que no me permite estar en paz y posiblemente o lo más seguro es que hay una necesidad no satisfecha; necesidad de afecto, de respeto, de comunicación. Estoy empezando a trabajarlo
Es como describes una limpieza, un dejar que se abran canales, estuve un par de día algo enferma y la primera noche sentía mucho dolor en literal todo mi cuerpo, en la madrugada estaba tan cansada de esa sensación e incluso desesperada de no poder dormir, intenté caminando por casa o haciendo movimientos aliviarme y no lo conseguía, fue una noche intensa pero finalmente lloré con toda la vibración y el sonido necesario, aunque mis pensamientos me juzgaran diciéndome -como a mis 42 años voy a llorar porque me duele y a la vez me abrace y seguí llorando porque ese razonamiento es un sin sentido.
El reino de las emociones no es el del razonamiento, ellas tienen sus propios caminos
gracias por compartirnos esa dura experiencia porque enfrentarnos con nosotros mismos al desnudo es bien difícil porque nos escudoamos en nuestras creencias y en el qué dirán, e ignoramos totalmente nuestra conciencia, lo que realmente somos Dios la bendiga por compartir información tan valiosa y prometedora para el cambio real y divino en nuestras vidas. gracias abrazos
No fue una experiencia dura, esa es tu interpretación, para mi fue una experiencia hermosa
Hola Lea o quien me lee, gracias por compartirnos esta gran experiencia que viviste, en el caso de lo emocional a mi me cuesta mucho soltar la lagrima, siempre interviene mi mente y me distancia de lo que siento, admiro a las personas muy emocionales que expresan porque sienten sin problema, sin pensar que pensaran los demás, hasta ahora no he encontrado la forma de hacerlo, lo único que si me doy cuenta es que lo puedo expresar cantando , escribiendo o bailando, creo que no es igual de liberador o por lo menos no se logra el nivel de conciencia que se logra con la expresión directa de las emociones.
Sigue explorando tus propias maneras
Hola Lea en ello estoy en sacar todo fuera, en sentirme , en darme cuenta cuando las alarmas se disparan, y frenar. Dar gracias tambien al pequeño ser que tengo en casa porque aprendo cada dia una cosa nueva de el
Hermoso
Gracias por siempre estar
Con todo gusto! Saludos